El secreto para crear un proyecto sostenible

La mirada sistémica y sostenible de Mara

Ayer tuve una experiencia curiosa con mi sobrina Mara, de 8 años. Fuimos a ver una simulación del proyecto de peatonalización del centro de Burgos, un proyecto que ha generado bastante polémica. Gafas de realidad virtual, una maqueta 3D y un ambiente cuidadosamente diseñado nos ofrecieron una experiencia de 6 minutos pensada para convencer a los ciudadanos de los beneficios del proyecto.

Sin embargo, al terminar, Mara me sorprendió con una reflexión que me dejó pensando: «A esta gente no le gustan los niños».

Le pregunté por qué pensaba eso, y su respuesta fue directa: «En la simulación no había niños, ni familias con carritos, ni ancianos. Sólo había adultos y adolescentes». Es cierto, los diseñadores del proyecto se olvidaron de algunos de los grupos más vulnerables y fundamentales de la sociedad. No había espacio para los niños, los mayores, ni las personas con movilidad reducida.

Esto me hizo preguntarme, ¿cuántos proyectos olvidan a las personas que no forman parte de la “norma” en nuestra visión? ¿Cuántos de nosotros, como responsables de proyectos, cometemos el error de simplificar la realidad y excluir a quienes no podemos ver con claridad?

La aportación de la sistémica a la sostenibilidad

Las últimas semanas me he estado adentrando en el concepto de la aproximación sistémica. Es fascinante, pero también desafiante, porque nos obliga a aceptar la complejidad del mundo y a trabajar nuestra sensibilidad hacia ella. Nos hemos acostumbrado tanto a simplificar las cosas, a querer que todo sea claro y lineal, que a menudo olvidamos las «partes interesadas» invisibles: niños, ancianos, animales, incluso la biodiversidad ambiental.

¿Cómo es posible que en un proyecto tan importante no se haya tenido en cuenta la presencia de estos grupos? Mi hipótesis es que no se trató de una omisión malintencionada, sino de una falta de entrenamiento en una mirada sistémica que permita identificar a todas las partes involucradas, visibles e invisibles.

Este tipo de omisiones también puede suceder en el ámbito de la sostenibilidad, y las empresas lo saben bien. Cuando trabajamos con pequeñas y medianas empresas que buscan generar un impacto positivo, el principal reto suele ser integrar a todos los actores del proceso: empleados, clientes, proveedores y, sobre todo, el entorno social y ambiental. Es como si, en un proyecto de salud laboral, no se tuviera en cuenta al comité de empresa, o si no se consideraran las legislaciones futuras sobre riesgos laborales. Los proyectos que no tienen en cuenta todas las partes interesadas están destinados a tener un impacto limitado, o incluso a fracasar.

Mara, con su mirada inocente, me recordó que la mirada sistémica no es algo que se tiene por defecto; es algo que se entrena, se cultiva. Nos invita a ver más allá de lo evidente, a incluir a quienes no podemos ver de inmediato, y a reconocer que todo está interconectado. Estamos llamados a construir puentes y dialogar.

La pregunta que te dejo es: ¿Cómo entrenas tú y tu equipo esa mirada sistémica?

Si quieres saber cómo integrar este enfoque en tu estrategia de sostenibilidad, te invito a que te pongas en contacto con nosotros. Juntos, podemos trabajar para que tu empresa no solo sea más sostenible, sino que también genere un impacto positivo y duradero en todos los grupos implicados.

¡Hablemos y demos el siguiente paso hacia un futuro más inclusivo y responsable!

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